El 9 de abril de 1948 fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán, un líder social que luchó por la reivindicación del pueblo y cuya muerte ocasionó fuertes enfrentamientos entre partidos, hecho conocido como el Bogotazo.
Jorge Eliécer Gaitán fue un líder político colombiano que se dedicó fervientemente a la lucha por la reivindicación del pueblo y contra las clases dominantes, que engañaban a los ciudadanos con una fachada de bipartidismo de unidad nacional.
Cada 9 de abril el pueblo colombiano y de América Latina conmemoran la desaparición física de este líder popular, cuyo asesinato en 1948 desembocó en el "Bogotazo", un hecho conocido como la partición en dos de la historia de Colombia.
A 68 de este hecho trascendental, teleSUR te invita a conocer la vida y muerte de Jorge Eliécer Gaitán.
¿Quién fue Jorge Eliécer Gaitán?
Nacido el 23 de enero de 1903 en el popular barrio de Las Cruces de Bogotá, Gaitán era el hijo mayor de Eliécer Gaitán Otálora, liberal radical que se dedicó a la venta de libros usados y de Manuela Ayala, maestra de escuela, mujer progresista que impregnó al joven de ideas de avanzada.
En 1919 se graduó de bachiller en el Colegio Martín Restrepo Mejía. Un año después ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, en la cual, presentó su tesis sobre "Las ideas socialistas en Colombia" y obtuvo el título de abogado en 1924.
Desde muy joven Gaitán participó activamente en la política. Apoyó la candidatura de coalición del poeta Guillermo Valencia en 1918; fue orador en las protestas contra Marco Fidel Suárez, en marzo de 1919; organizó la sociedad literaria Rubén Darío y constituyó el Centro Liberal Universitario, con importante influencia política.
En julio de 1926 viajó a Italia e ingresó en la Real Universidad de Roma, la escuela más prestigiosa de Derecho en ese país, dirigida por Enrico Ferri, penalista de fama mundial, donde obtuvo el título de doctor en jurisprudencia. La tesis de Gaitán "El criterio positivo de la premeditación" le mereció la calificación Magna cum laude y el premio Enrico Ferri.
De regreso a Colombia
Gaitán regresó a su natal Colombia en 1928 y fue elegido representante a la Cámara en marzo de ese mismo año. Para junio lideró las protestas contra la corrupción administrativa y en diciembre visitó la zona bananera, donde investigó los sucesos de la masacre de trabajadores de la empresa norteamericana United Fruit Company.
A raíz de sus graves denuncias hacia la mencionada empresa, se abrió un debate contra el Gobierno de Abadía Méndez, logrando que decenas de trabajadores y familias de los asesinados obtuvieran indemnizaciones.
Este fue el punto de inflexión para el ya líder popular, quien en 1931, con los liberales en el poder, fue elegido presidente de la Cámara de Representantes, presidente de la Dirección Nacional Liberal y segundo designado a la Presidencia.
En 1932 asumió además el rectorado de la Universidad Libre.
La lentitud de los cambios sociales del presidente Enrique Olaya Herrera (1930-1934) hizo que un grupo de connotados políticos liberales le retiraran su apoyo en octubre de 1933.
De esta manera nació la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria (UNIR), liderada por Gaitán y Carlos Arango Vélez, desmarcándose del bipartidismo tradicional y teniendo como base fundamental la clase campesina, sobre todo en las zonas cafeteras de Cundinamarca, en el norte del Tolima, Caldas y el Valle.
En una primera etapa, la policía de Cundinamarca reprimió a balazos una marcha de campesinos uniristas presidida por Gaitán en Fusagasugá el 4 de febrero de 1934, dejando un saldo de varios campesinos asesinados. Posteriormente, el 14 de agosto de 1934, se registró otra masacre en la hacienda Tolima, en la jurisdicción de Ibagué, cuando los hacendados se negaban a mejorar las condiciones de los trabajadores.
Carrera hacia la presidencia
Gaitán fue elegido magistrado de la Corte Suprema de Justicia en 1939 y en 1940 fue nombrado por el presidente Eduardo Santos (1938-1942) como ministro de Educación. En el corto tiempo que duró en el cargo desarrolló un plan contra el analfabetismo y para la democratización de la educación y la cultura.
Opuesto a la repostulación de López Pumarejo, Gaitán inició en 1941 una carrera política orientada hacia la presidencia. Fue senador por Nariño en 1942; presidente del Senado en septiembre del mismo año; ministro de Trabajo entre 1943 y 1944, y candidato presidencial en oposición al liberal oficialista Gabriel Turbay, creando el Movimiento Liberal Gaitanista.
En ese contexto, la gran mayoría del pueblo colombiano se volcó hacia el ya líder popular Jorge Eliécer Gaitán y las reivindicaciones sociales que prometía. Las multitudinarias manifestaciones contaron con consignas históricas tales como “¡A la carga! ¡Contra la oligarquía! ¡Por la restauración moral de la República!", las cuales lograron interpretar el más profundo sentimiento nacional de manera muy particular.
El dominio del discurso político de Gaitán, con sus variaciones de tono, sentido del humor e ironía, y el manejo de los silencios, hicieron de él un tipo de orador que llegaba a transfigurarse por la emoción de lo que decía y la forma de decirlo, logrando transmitir y conectar con el sentimiento popular. Liberal, demócrata, buscaba una revolución popular dentro de los marcos constitucionales.
Para las elecciones presidenciales del 5 de mayo de 1946, que ganó Mariano Ospina Pérez, Gaitán ocupó un tercer lugar, con un apoyo mayoritario en los centros urbanos. Estos comicios le sirvieron para convertirse (si ya no lo era) en líder indiscutible de los sectores liberales y elegido jefe único del partido.
Cabe resaltar que en la década de 1940 a 1950 ocurrieron varios hechos de notable importancia geopolítica regional e internacional. Para citar algunos, por un lado había terminado la segunda Guerra Mundial y el mundo se dividió en dos grandes esferas de poder: Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; surge la Organización de Naciones Unidas; se reconfigura el orden financiero internacional que pasa del patrón oro al patrón dólar; y el TIAR, que definió el dominio militar de Estados Unidos en América Latina y por tanto la protección de sus intereses en la región.
Asesinato y Bogotazo
El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán ocurrió el 9 de abril de 1948 cuando se desarrollaba en Bogotá, capital de Colombia, la IX Conferencia Panamericana, de la que surgió la Organización de Estados Americanos (OEA).
Ese día Gaitán tuvo uno de sus mayores triunfos como penalista al lograr la absolución del teniente Jesús Cortés, acusado por la muerte de un periodista.
Para la tarde de 9 de abril, Gaitán tenía una cita para recibir a un grupo de estudiantes internacionales (entre ellos Fidel Castro) que se encontraban en Bogotá al margen de la Conferencia Panamericana en la que participó el general Marshall, impulsor del plan que lleva su nombre para la reconstrucción de Europa tras la segunda Guerra Mundial.
Un hombre (Juan Roa Sierra) lo esperó en la entrada del edificio donde se ubicaba su oficina y le propinó tres disparos con un revólver. Gaitán fue llevado a la Clínica Central donde murió a las 14H05.
A raíz del asesinato del líder popular, se suscitaron enfrentamientos entre partidarios liberales y conservadores. Las fuertes manifestaciones y la represión policial produjo un saldo de al menos 3 mil fallecidos o desaparecidas y más de 140 edificaciones destruidas en varias ciudades del país y con mayoría en Bogotá.
Tanto la Policía como el Ejército se dividieron entre quienes buscaban controlar la situación, muchas veces abriendo fuego contra los manifestantes, y quienes se sumaron a la rebelión popular.
“El Bogotazo” daría inicio a lo que los historiadores llaman como el punto de inflexión que impulsó el nacimiento de insurgencia guerrillera en Colombia.
Luego de una relativa calma de un poco más de 10 años, pasó a ser una guerra del Estado contra los movimientos de izquierda, que ha dejado más 200 mil muertos y 5,3 millones de desplazados en más de medio siglo, según cifras oficiales.
La mayoría del pueblo colombiano estaba convencido de que Gaitán era su digno representante en el poder. El líder liberal tenía ideas en pro de los intereses de los más desposeídos, sobre todo los campesinos, y buscaba quitarle los indignantes privilegios de la oligarquía.
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